Se esperan lluvias normales e inferiores hasta fin de año

Desde la última década, sólo en el período último pasado las precipitaciones registradas fueron superiores a las normales. La ganadería es la actividad más afectada. La Administración Provincial del Agua emitió una serie de recomendaciones, tanto para la zona rural como urbana, para intentar paliar esta realidad.

Con pronósticos de escasas lluvias para lo que resta del año, la Administración Provincial del Agua (APA) emitió una serie de recomendaciones tanto para la zona rural como urbana con el objetivo de intentar paliar esta situación. Con déficit hídrico en nueve de diez años, este período hidrológico no varía de la generalidad de la última década, siendo las zonas más afectadas el Oeste y Sudoeste provincial.

Este año hidrológico (2010/11) presenta nuevamente una situación característica o típica de déficit de precipitaciones con valores menores a las normales, salvo pequeños sectores con valores normales, por lo que nuevamente se agudizan las condiciones de sequía que marcaron la última década. En este contexto, la ganadería resulta la actividad más perjudicada por este fenómeno.

Luego de un período marcado claramente por las condiciones de sequía, que se extendió desde 2002 hasta 2009, el año hidrológico anterior de septiembre de 2009 a agosto de 2010, presentó un quiebre en esa tendencia, con eventos de altas precipitaciones, variables en el tiempo y en la cobertura real, que motivaron excesos y alimentación de los sistemas hídricos de la provincia, mejorando las condiciones de aprovechamiento de agua para uso humano o agropecuario.

Esta cuestión de varios años consecutivos con valores inferiores a lo normal o normales, con variaciones significativas de precipitaciones según las áreas y los años, provocó un déficit de humedad en el suelo y un descenso de las napas freáticas, que impactan decisivamente en el aprovechamiento de agua para las poblaciones del interior provincial que no tienen otro recurso, más que el exceso de lluvia y su incidencia en reservorios superficiales y almacenamientos subterráneos.

“Otra idea que debe difundirse es que el subsuelo no fabrica agua. Las napas freáticas o los acuíferos más profundos se alimentan de la recarga superficial por excesos de lluvias de los años húmedos, por lo que la factibilidad de alimentar con dicha fuente a poblaciones debe ser analizada con cuidado y recordar que no debe extraerse más agua que la que el acuífero recibe como recarga”, destacó el ingeniero Hugo Rohrmann, director de Estudios Hídricos del organismo que preside Cristina Magnano.

LA GANADERÍA, LA MÁS PERJUDICADA
Este panorama, también repercute en la actividad agropecuaria, donde el sector más perjudicado es el ganadero, con faltante de agua en los reservorios naturales y artificiales, y en los reservorios subterráneos. En la actividad agrícola se está en mejores condiciones de hacer frente a escasas precipitaciones, si se realizan prácticas de manejo de suelos y de labranza que permitan almacenar humedad en el perfil del suelo.

Se complica el panorama agrícola con la despareja distribución de lluvias que no ayudan a desarrollos armónicos de los cultivos, afectando los rendimientos normales.

“Dentro de este panorama crítico y altamente variable, también hay que destacar las sucesivas inundaciones del río Paraná, como ocurrió en agosto y septiembre, con crecientes medias que afectan su valle de inundación, en los departamentos Bermejo, 1 de Mayo y San Fernando, de gran actividad ganadera, que paradójicamente resulta afectada por inundaciones”, agregó el profesional.

PERSPECTIVAS METEOROLÓGICAS
El pronóstico trimestral o estacional elaborado por el Servicio Meteorológico Nacional, herramienta que en los últimos años tiene cada vez mayor certeza, establece que las perspectivas de precipitaciones del trimestre octubre - diciembre 2011 para el Chaco serán normales e inferiores (N-IN) para toda la provincia, por lo que es dable esperar una continuidad del panorama de escasas precipitaciones: “Esta normalidad o valores menores, significan 100/130 milímetros para octubre y 100/140 milímetros para noviembre y diciembre”, explicó Rohrmann.

Las anomalías, que son la diferencia de precipitación entre el promedio histórico y los valores del período en análisis, expresados en porcentaje, para el año hidrológico 2010/11 indica: a) Zonas con anomalía negativa mayor al 40 % o se puede decir, zonas donde prácticamente llovió la mitad de lo esperado o normal: Áreas de influencia de Taco Pozo y Fuerte Esperanza. b) Áreas con diferencias negativas entre 20 y 40 %: - La mayor parte departamento Almirante Brown. - Sectores de los departamentos Chacabuco, 9 de Julio, General Belgrano, O´Higgins, San Lorenzo, y el área metropolitana, con sectores de los departamentos San Fernando y Libertad. c) El resto de la provincia se ubica en déficit que van del 0 al 20 % de los valores normales. d) Finalmente quedan algunos sectores donde las precipitaciones fueron normales: - Interfluvio entre Sauzalito y Villa Río Bermejito. - Departamento Maipú, Villa Ángela, General Pinedo, y parte de los departamentos Libertador General San Martín, Sargento Cabral y General Dónovan.

ALGUNAS RECOMENDACIONES
Para las áreas urbanas se destaca el almacenamiento de agua en represas, aljibes, como fuente complementaria y poder salir del paso, aclarando que los reservorios no son fuentes seguras. La única alternativa válida para abastecer de agua a las poblaciones lo constituyen los acueductos, con fuentes seguras en los ríos Bermejo, Paraguay y Paraná, tal como los acueductos Resistencia – Colonia Benítez – Margarita Belén desde el río Paraná, Las Palmas - La Leonesa desde el río Paraguay, a General San Martín desde el río Bermejo y el Segundo Acueducto para el Centro-Oeste de la provincia. “Cuantos más acueductos existan y de distintas fuentes superficiales, mejor garantía de servicio de agua potable se dará a la población. Todas las demás alternativas se constituyen medidas complementarias pero no seguras, para el vital servicio de agua potable a la población”, destacó el funcionario de la APA.

En tanto, para la agricultura la única vía segura de hacer frente a la situación de riesgo es una adecuada cosecha de agua en el perfil del suelo, aprovechando las escasas precipitaciones con un sistema que no favorezca su escurrimiento ni su evaporación, como lo constituyen las prácticas agrícolas de barbecho, siembra directa y otras propias de tal actividad.

Finalmente, para la actividad ganadera en el mediano y largo plazo, cualquier retención de agua en represas, esteros o bajos es una actividad que debe encararse, y no esperar que las lluvias humedezcan los reservorios naturales, en la actualidad prácticamente el único sustento de la actividad. En algunos sitios las perforaciones o pozos cavados se constituyen en otra alternativa.

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