Peche-Cipolini: ¿una batalla?



La visita de Aída Ayala este viernes a Sáenz Peña tuvo un impacto significativo en la interna de la Alianza Frente de Todos de esa localidad. La presidenta del Foro de Intendentes Radicales actuó como un catalizador de las ya caldeadas relaciones entre el titular del Ejecutivo saenzpeñense, Gerardo Cipolini, y Carim Peche. Ayala prometió recorrer los barrios de La Termal y resaltó la capacidad de gestión de Cipolini. El gesto fue interpretado como una provocación y enfureció a los dirigentes que apoyan a Peche, que la acusaron de “introducir diferencias en un territorio política y electoralmente consolidado”.

Omar Benítez, vicepresidente del Comité local de la UCR, Nery Fernández, titular de la Juventud Radical, y los dirigentes frentistas Héctor “Quito” Martínez y Francisco Fernández, cercanos al presidente del interbloque legislativo aliancista, coincidieron en que Ayala no debió usar la investidura que brinda el Foro de Intendentes “para introducir diferencias en un territorio política y electoralmente consolidado”. La intendenta de Resistencia había llegado a Sáenz Peña para firmar un convenio entre ambas comunas.

“El Foro de Intendentes es una institución que debe orientar sus acciones a proponer políticas y buscar soluciones conjuntas para las comunidades que lo componen, pero pretender torcer ese accionar para posicionar algún dirigente, sobrepasando el pensamiento y el trabajo político territorial, es un acto que no corresponde bajo todo punto de vista”, sentenciaron.

Que Ayala pusiera un pie en Sáenz Peña, y encima para hacerle un guiño a las aspiraciones de reelección de Cipolini, fue una bofetada para los “pechistas”. Molestos, sostuvieron que las candidaturas del proyecto político “que ha transformado Sáenz Peña en los últimos diez años” serán discutidas o consensuadas por los cuadros partidarios locales. Además calificaron la actitud de la intendenta como de “desesperación” por querer posicionarse a nivel provincial para “quedarse con la representatividad futura de la fuerza”.

Pero el conflicto de fondo está en la esfera doméstica. Si bien al principio reconocieron que las pretensiones de Cipolini “son tan lícitas como las que puede tener cualquier dirigente saenzpeñense”, no le perdonaron su permisividad para con Aída Ayala y lo acusaron de buscar apoyo externo mostrado “cierto grado de debilidad en su camino de construcción de liderazgo en el plano local”.

Desde el entorno de Cipolini, en tanto, señalaron que el intendente se cansó del "ninguneo" de la dirigencia "pechista", quienes -aseguran-, pretendieron siempre tomarle examen diario sobre su gestión y "sugerirle" acciones como si el gobierno lo ejercieran en conjunto. 

Argumentaron que Cipolini también puso su prestigio profesional y ciudadano en juego al aceptar ser candidato y que si lo fueron a buscar para ofertarlo como intendente "por algo habrá sido". 

"Creemos que es hora de que Carim comience a hablar de ´nosotros´, respetando que conformamos todos un proyecto político, y no solo de él como si fuese el dueño irresoluto de una comunidad", esgrimió ante DiarioChaco.com uno de los hombres de confianza del intendente, quien agregó: "Carim debe asumir que no nos dejó otra alternativa que abrir las puertas a otros radicales, ya que él mismo permitió que su gente trate de asfixiar politicamente a la gestión...no se da cuenta que si a ´Cipo´ no le dejan que cumpla con las expectativas de la gente que nos votó, el fracaso también será del pechismo que tiene dos tercios en el Concejo".

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