DEPORTES - Se viene la fiesta del TC 2000



Solo hay que esperar unos pocos días para que la categoría con el mayor avance tecnológico del subcontinente descienda en el asfalto del autódromo Santiago Yaco Guarnieri.

Será la quinta fecha del Campeonato Argentino del TC 2000 y de Fiat Linea Competizione y la cuarta de la Fórmula Renault 2.0 con toda la expectativa que este nivel de espectáculos acompaña. 

Una vez más el público del nordeste argentino tiene la oportunidad de presenciar el nivel competitivo de estos autos tripulados por los mejores pilotos argentinos. 

El TC 2000 tiene una mecánica única en todas las marcas de chasis. Son motores genéricos fabricados en Alta Gracia por el “Mago” Oreste Berta con una potencia de unos trescientos treinta caballos. 

Esto es así ya que la categoría debió tomar una decisión el año pasado ante los altísimos costos que llevaban la preparación de las plantas motrices, la mayoría de ellas realizadas en Inglaterra a un costo de cuarenta mil euros. 

En consecuencia, en tiempo récord Oreste Berta tomó el desafío de realizar un motor genérico tomando un block (cuya marca es secreto bajo siete llaves) y luego seleccionó piezas y componentes de varias marcas para armar este motor de cuatro cilindros a inyección multipunto. 

El objetivo de bajar los costos se cumplió acabadamente y además se logró obtener una paridad mecánica que asegura carreras muy luchadas más aun con el sistema de penalizaciones que obliga a los autos y pilotos rápidos remar desde el fondo en la carrera clasificatoria. 

El desafío para cada equipo en cada carrera es adaptar el chasis de cada marca a las exigencias de cada trazado y el Yaco Guarnieri es una materia dura para los ingenieros. 

Los chaqueños miran al Pato Silva, ahora en la butaca de un Megane del equipo oficial Renault Lo Jack Team. En las cuatro fechas anteriores Silva, por varios motivos, no pudo enhebrar una carrera satisfactoria para sus pretensiones. Por eso en esta carrera quiere cambiar su perfil ya que corre en un circuito que los conoce con los ojos cerrados, tiene el apoyo de la gente y no penaliza. Es decir que tiene que clasificar lo más adelante posible para largar en primera fila de la carrera clasificatoria. 

Matías Muñoz Marchesi también quiere demostrar que tiene la pasta necesaria para ascender entre las grandes figuras con su Peugeot 307. 

Acompañan a este espectáculo los Fiat Linea Competizione y la Fórmula Renault 2.0. Será esta la segunda carrera de los monopostos con motores de dos litros de cilindrada. 

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