Avia Terai convulsionada: la comunidad volvió a reclamar justicia y seguridad


Con un fuerte reclamo para que la policía cuente con los medios necesarios y para se instrumenten mecanismos mediante los cuales la Justicia pueda hacer cumplir el peso de la ley, se realizó ayer en Avia Terai una nueva movilización popular autoconvocada, pidiendo justicia por la muerte de cuatro jóvenes en lo que va del año y por el estremecedor caso de una menor presuntamente violada por varias personas.
Ayer los manifestante coincidieron en señalar que desde hace “al menos tres años, acá suceden cosas terribles, además de muertes, también asaltos violentos a productores de la zona, nada se aclara, nadie va preso, y eso a cualquier lo irrita, que los señores gobernantes nos entiendan por qué estamos en la calle”, expresaron. 

Preocupación por la violencia 

La muerte de un niño de catorce años el domingo último por la madrugada, bajo los disparos de un rifle calibre 22, al quedar en medio de una balacera entre grupos antagónicos barriales, motivó una manifestación el domingo por la noche, por parte de los pobladores de ésta localidad, ubicada a 32 kilómetros de Sáenz Peña y a 220 de Resistencia. 
La comunidad, no salía del asombro por el doble crimen cometido hace cuatro meses, donde dos jóvenes fueron acribillados a balazos y luego, un mes después, otro joven fue muerto por las heridas sufridas por desconocidos que lo atacaron con un cuchillo, hecho que permanece impune, y a mitad de semana, una nena de dos años de edad fue violada y su vida corrió peligro de muerte y hoy se recupera en el Sanatorio Güemes de Resistencia. 
Con este clima de inseguridad, un chico de 14 años que salía de un local de diversión en busca de su bicicleta, fue alcanzada por un certero disparo de un malviviente que en ese momento le disparaba a otra persona con quien, dentro de un mismo local bailable, habría tenido inconvenientes en una típica pelea de patotas como viene ocurriendo desde hace bastante tiempo en esta localidad. 
Franco, el niño, quedó en medio de fuego cruzado, y cayó bajo el disparo de un rifle calibre 22 semiautomático, y en su intento por salvar su vida, se arrastró hacia la esquina de la calle 7 y 12 de la localidad, intentando tocar el timbre de una farmacia para pedir ayuda, todo ello a escasos cien metros de la Comisaría local. 
Esto hizo que nuevamente una multitud se uniera para reclamar por mayor seguridad, donde los más cuestionados volvieron a ser la policía, la justicia y el propio intendente de la localidad a quienes los ciudadanos solicitaron que de una vez por todas aúnen esfuerzos y hagan caer sobre los responsables todo el peso de la ley. 
Antes de darle el último adiós a Franco Ramírez, bajo consignas como justicia, amor y paz entre otras cuestiones familiares de las víctimas de hechos anteriores marcharon encabezados por el padre Adolfo, párroco de Campo Largo para hacer sentir el clamor de una localidad que quiere recuperar la tranquilidad de otros tiempos. 

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